final del projecte UPyD
Las elecciones generales continúan provocando daños colaterales. Tras lograr los peores resultados de UPyD y quedarse sin representación en el Congreso y en todas las comunidades autónomas salvo País Vasco, Rosa Díez, Andrés Herzog y Carlos Martínez Gorriarán han anunciado su baja de la formación magenta.
Así lo han confirmado los tres este lunes a través de un comunicado publicado en sus perfiles de Facebook. "Ha sido un honor haber recorrido el camino junto a toda la familia magenta", ha escrito Rosa Díez, que cree que lo que decidieron los ciudadanos el 20D "impide que sigamos cumpliendo el objetivo para el que nacimos", por lo que pide la disolución del partido. "Debemos asumir y respetar el veredicto de los ciudadanos y actuar de forma consecuente para preservar nuestro proyecto y todo lo bueno que contiene la trayectoria política de UPyD evitando una más que inexorable y dolorosa deriva", cree Díez.
Díez, abierta a "alumbrar un nuevo proyecto"
"UPyD nació para defender el Estado y provocar cambios políticos radicales desde dentro de las instituciones", ha escrito este lunes, consciente de la imposibilidad de llevar esto a cabo y pidiendo un "nuevo alumbramiento para dar un final digno a nuestro querido partido". En el texto, la que fuera fundadora de UPyD recuerda que solo de esta manera será posible "alumbrar un nuevo proyecto" que tendrá como colchón el "magnífico legado" que ella y su equipo dejó durante ocho años.
La misma línea sigue en el que fuera 'número dos' de UPyD en la pasada legislatura, Carlos Martínez Gorriarán, que ha utilizado los mismos motivos argumentados por Rosa Díez. A su juicio, "un partido político institucional, como siempre ha querido ser UPyD, no tiene sentido como partido extraparlamentario, testimonial".
Si bien las palabras de Rosa Díez destilan tristeza las de su sucesor, Andrés Herzog- que decidió en enero dejar la dirección de UPyD por los malos resultados en las elecciones generales-, están cargadas de reproches hacia la nueva dirección, a la que acusa de "seguir sin decir nada" y de "exteriorizar" un entusiasmo que contrasta con las continuas bajas de afiliados. "Se van yendo sin entender hacia dónde va el partido. No tiene sentido fingir que estamos vivos tras unos resultados inapelables", ha escrito "con una gran pesadumbre".
Una operación mediática contra UPyD
Herzog, que la semana pasada se apuntó al paro tras quedarse sin trabajo, revela que el pasado 16 de enero propuso a la Dirección del partido convocar un Congreso Extrordinario para que los afiliados pudieran votar su disolución. "Lo hice no porque piense que las ideas de UPyD han dejado de estar vigentes (lo están más que nunca), sino porque entiendo que el partido en sí ha dejado de ser un instrumento útil para poder llevarlas a cabo", confiesa Herzog consciente de que la formación magenta ha perdido la "capacidad de influir y de servir de catalizardor para los cambios que España necesita".

Sin "voz" a nivel nacional, UPyD, dice, ha perdido el 97% de los fondos públicos que recibía, un motivo que no tiene tanto peso en la disolución que tanto él como Rosa Díez piden. "Estamos fuera del debate político", ha lamentado Andrés Herzog, que carga no solo contra la actual Dirección sino contra "una calculada operación político-mediática" diseñada desde el principio para sacar a UPyD "a toda costa del tablero político", con el objetivo de sustituir un proyecto como este "por un mero placebo", en clara referencia a Ciudadanos. "La operación fue, qué duda cabe, exitosa y la lógica despiadada del llamado voto útil hizo el resto", ha escrito.
En este sentido cree que debe ser UPyD quien "entierre" a la formación antes de que ésta sea pervertida dejando la puerta abierta a "recoger la semilla" y volver a "plantar batalla" en unas elecciones en las que será necesario presentar un nuevo proyecto.
El origen: las elecciones andaluzas
Tras los malos resultados de UPyD en las elecciones municipales de 2015 y perder más de la mitad de los votos logrados en 2011 -pasando de 464.824 votos a 231.401-, la formación quedó fuera de Ayuntamientos de ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla. Por ello, Rosa Díez anunció que no volvería a presentar su candidatura para liderar el partido en un Congreso Extraordinario que ya estaba previsto tras el batacazo en las elecciones andaluzas, que fue el origen de todo al conseguir un 42% menos de los votos y no lograr representación en ningún Ayuntamiento andaluz de capital de provincia.
En aquel momento se produjo una oleada de críticas contra ella encabezadas por los diputados Álvaro Anchuelo, Irene Lozano y Toni Cantó, que poco después renunciaba a su acta de diputado y a ser candidato de UPyD a las elecciones autonómicas al Parlamento de la Comunidad Valenciana. Poco después le seguirían varias renuncias de 'pesos pesados' de la formación magenta, muchos de los cuales se cambiaron de partido con la llegada de las elecciones generales, entre ellos Cantó a Ciudadanos o Lozano al PSOE.
50.000 votos menos que el PACMA
Sin embargo la 'muerte' de UPyD se escenificó el pasado 20 de diciembre, cuando la formación liderada por aquel entonces por Andrés Herzog logró 50.000 votos menos que el PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal).
Con 147.535 votos, UPyD no consiguió ningún escaño en el Congreso de los Diputados desapareciendo de la primera línea política española. Resultados nefastos comparados con los que obtuvo en 2011, con 1.143.225 votos y cinco escaños en la Cámara Baja.