"La Iglesia recibirá 37 millones de euros del Estado, la separación no se dibuja", titula Pravda. La revocación por parte del Papa de Róbert Bezák, el popular arzobispo de Trnava, el pasado 1 de julio, ha provocado una ola de protestas en contra de la Iglesia Católica, lo que ha agudizado el debate sobre su financiación por parte del Estado. Para el 2012, el Estado entregará 37 millones de euros a diferentes organizaciones religiosas, de los que 21 serán para la Iglesia Católica, aclara el diario de Bratislava.
"Para un Estado que debe pensar cada gasto, esto constituye una carga inmensa", comenta Pravda, que denuncia que ningún Gobierno se ha atrevido a abrir el debate sobre la separación entre el Estado y la Iglesia.
Si el debate se ha avivado en este país tradicionalmente católico, es precisamente porque el arzobispo Bezák, conocido por su liberalismo, fue destituido tras haber demostrado malversación de fondos en las archidiócesis de Trnava, que habrían tenido lugar bajo el periodo de su antecesor, recuerda el periódico. Pero también porque en la vecina República Checa, el Parlamento discute actualmente sobre la indemnización de las iglesias saqueadas durante el régimen comunista.