"Los "collons" de Monago", José García Domínguez
Parece que el señor de Badajoz, Monago, se ha propuesto regalar el oído de esa España básica que concibe la res pública como un incesante alarde testicular. Así, a despecho de otras vísceras más proclives al tráfico neuronal, el presidente extremeño acaba de apelar a los "collons" como supremo argumento discursivo. Chusca astracanada que, para vergüenza ajena, está siendo muy celebrada entre los suyos. Sin embargo, más allá del verbo tabernario del locuaz Monago, ocurre que la verdad es la verdad, la diga Agamenón, su porquero o el alcalde de Barcelona. Y la palmaria verdad es que Monago podrá tener muchos "collons", pero lo que no va a tener son pasajeros con los que amortizar el ruinoso AVE que mentó Trias.
Al respecto, y glosando otra demencia pareja, la línea de alta velocidad entre Zaragoza y... ¡Huesca!, César Molinas, antiguo vocal del Consejo de Administración de Renfe, ha propuesto una alternativa harto menos onerosa. A saber, que el Estado ofrezca de modo gratuito un Mercedes con chofer incluido a cada viajero interesado en el servicio. El trayecto, apostilló, se realizaría por la autovía que transcurre paralela al trazado del ferrocarril, resultando notorio el ahorro para el erario. Y lo peor es que no se trata de ninguna broma. Sépase que, excepción hecha del tren de levitación (sí, han leído bien, levitación) magnética de Shangai, el AVE resulta ser el medio de transporte más caro del planeta Tierra.
A doce millones de euros nos viene saliendo cada kilómetro de vía construida. Apenas el tramo Olmedo-Orense cuesta casi lo mismo –seis mil millones de euros– que reflotar Bankia con cargo al Presupuesto. Aunque cómo renunciar a ir de Olmedo a Orense a menos de trescientos por hora. Mas he ahí ingleses, suecos y norteamericanos, gentes, es sabido, con algún déficit de testosterona, que aún se lo siguen pensando –y mucho– antes de enterrar un solo céntimo del contribuyente en la alta velocidad. Nosotros, en cambio, podemos presumir de encabezar la Champions-Li que diría el otro. Por delante de los pioneros, Francia y Japón, a día de hoy únicamente la red china supera en extensión a la española. Genio, figura y "collons", sobre todo eso, "collons". Y los que lleguen detrás que vayan pagando, claro.
8-V-12, José García Domínguez, libertaddigital