La isla de Kharg es un territorio de Irán en el golfo Pérsico. Este enclave ubicado a unos treinta kilómetros de la costa iraní tiene menos de 10.000 habitantes y apenas veinticuatro kilómetros cuadrados, una superficie más pequeña que la isla de La Graciosa, en Canarias. Sin embargo, Israel podría atacarlo porque alberga la terminal de exportación de petróleo más importante de la República Islámica.
Según la agencia de noticias iraní, Kharg es lugar de salida para el 95% del crudo del país, que es el tercero con más reservas. Desde allí los buques ponen rumbo hacia el estratégico estrecho de Ormuz, al sureste. Después del bombardeo del régimen iraní contra Israel el pasado 1 de octubre, el Estado hebreo podría responder contra las infraestructuras petroleras iraníes, y una opción es Kharg. Como resultado no sólo seguiría la escalada entre ambos países, sino que también aumentaría el precio del petróleo a nivel mundial.
Al ser un lugar estratégico, la isla de Kharg ha demostrado ser también un punto vulnerable para Irán. Por ejemplo, altos mandos militares de Estados Unidos consideraron atacar el territorio durante la crisis entre 1979 y 1981 en la que revolucionarios islamistas retuvieron en la embajada estadounidense a decenas de diplomáticos durante el gobierno de Jimmy Carter. Sin embargo, la opción finalmente no se llevó a cabo. Pocos años después, durante la guerra entre Irak e Irán de 1980 a 1988, las fuerzas iraquíes atacaron las infraestructuras petroleras del recién nacido régimen de los ayatolás para debilitar su economía. Eso incluyó bombardeos a la terminal de Kharg a mediados de la década que Irán tardó décadas reparar.
Kharg: un posible blanco de Israel con impacto global
Hoy en día la isla de Kharg ha vuelto a estar en el punto de mira por la escalada entre Irán e Israel. Teherán bombardeó territorio israelí con unos doscientos misiles el pasado 1 de octubre como represalia a los asesinatos por parte de Tel Aviv del líder de la organización palestina Hamás, de la libanesa Hezbolá y de un general iraní. Los Gobiernos de Israel y Estados Unidos aseguraron que habría consecuencias y han discutido que esta respuesta incluya ataques a las instalaciones petroleras de Irán, aunque el presidente estadounidense Joe Biden se opone. Por su parte, el número dos de la Guardia Revolucionaria iraní afirmó que, si Israel lleva a cabo estos ataques, harían lo propio contra la infraestructura energética y de gas israelí.
El bombardeo de Irán contra Israel ya elevó los precios del petróleo, que venía subiendo en las últimas semanas después de una caída desde mediados de año. Por ejemplo, al día siguiente del bombardeo iraní, el precio del barril Brent subió más de un 2% y el del West Texas Intermediate (WTI) más de un 3%, a raíz de las percepciones de riesgo. Ahora la posibilidad de este nuevo escenario puede subir aún más los precios, lo cual afectaría tanto a Irán como a la economía mundial.
La terminal de la isla de Kharg cuenta con capacidades para operar siete millones de barriles diarios, según recoge la Administración de Información Energética de Estados Unidos con información de la Compañía Nacional de Petróleo Iraní. Además, Irán cuenta con otros puntos petroleros clave como las terminales en la provincia de Hormozgán y la refinería de la ciudad de Abadán. Las exportaciones de crudo suponen más de un 3% del PIB del país, por lo que un ataque de Israel podría perjudicar su capacidad para producir y exportar. Si bien Irán es una potencia energética sobre todo con el gas, con las segundas mayores reservas del mundo, tiene como principal comprador de petróleo a China, que le compra más de un 90% de su producción.