lo grec, exterminador dels helens

Tan sols la necessària 'neteja ètnica' de la construcció de l'Estat va eliminant les nombroses i fins fa no gaire importants restes de grecs/helens a tota la Mar Negre i el Càucas. Aquella Hèlade que anava de Sebastopol i Odessa a l'Alexandria de Kavafis rebé la condemna a mort amb/per la creació d'un ridícul, inviable per sí mateix i obligadament agressiu i religiosament determinat Estat a l'extrem sud dels Balcans (on podia protegir-lo la Navy). La Llar Grega que ha donat l'esquena a les llars helenes. Avui, el joc amb les petites nacions caucàsiques de les potències pel control geoenergètic, elimina físicament els darrers helens.

Taxíiiiiiiin!

Rafa Villaró

 

Vivimos gracias a los amigos, y porque no tenemos adonde ir", confiesa medio emocionado, medio contento el viejo Nikolai Isaakov en su destartalado despacho en el centro de Sujumi, la capital de Abjasia, un país que nadie reconoce pero que, sin embargo, existe. Es el presidente de la comunidad griega y hoy es un día feliz para él. Desde Moscú ha venido un amigo de un amigo de un amigo que le ha traído un regalo: ¡Un ordenador! "Lo tengo que guardar en casa porque la sede de la comunidad está en obras... En realidad, llevamos años en obras. Recibimos ayudas, pero pocas". Con el tiempo, quiere abrir una escuela griega y un centro cultural para los 1.800 ciudadanos de origen griego que todavía quedan en Abjasia. Antes de la guerra había cerca de 15.000.

Las dificultades, el éxodo, los planes y los sueños de Isaakov son los mismos de todos los habitantes de Abjasia, una provincia de Georgia que desde 1993 vive de hecho de forma independiente. Una guerra de trece meses entre las autoridades de Georgia, que no querían ceder el poder ganado tras el fin de la URSS, y los abjasios, que apelaban a su pasado independiente y pedían al menos una autonomía en una federación, acabó con la vida de unos 10.000 hombres. Hoy, Abjasia es igual que Osetia del Sur (otra provincia rebelde de Georgia) o el Transniéster de Moldavia: otro Kosovo. Rusia se refiere a ellas para oponerse a dar la independencia a la provincia serbia. Aunque en los dos últimos años Moscú ha impulsado ayudas a Abjasia, nunca la ha reconocido.
(lavanguardia, 11-VI-07)