tenaç Gran Marroc

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Ismaïl ben Chérif, sultán de Marruecos.

El Gran Marruecos es una ideología supremacista practicada por la monarquía marroquí consistente en restablecer el imperio alauita del siglo XVIII y XIX de antes de la colonización europea. Su máxima es “recuperar” los territorios perdidos por el imperio marroquí durante los periodos de decadencia. ¿Pero en qué consiste realmente esta ideología ? Para explicarla es necesario hacer un recorrido por la historia de Marruecos. 

La historiografía oficial atribuye a Idris I la fundación del primer Estado marroquí, primer rey de Marruecos cuya tumba se encuentra en Moulay Driss Zerhoun, ciudad considerada como sagrada y en la cual se suelen organizar peregrinaciones “para los pobres” que no tienen los medios para ir a la Meca. Idris I era un descendiente del profeta Mahoma quien protagonizó una revuelta contra el califa abásida Al-Hadi en la batalla de Faj el 11 de junio del año 786. Los insurgentes perdieron la batalla y tuvieron que escapar. Idris consiguió escapar de la masacre que le esperaba y se refugió en el Magreb, en el actual Marruecos donde fundará su propia dinastía en colaboración con las tribus beréberes del norte de Marruecos y de la actual Argelia. Sin embargo Idris I fue envenenado por el califa abásida Harún al-Rashid, califa a quien se atribuye la edad de oro del islam y figura reivindicada por el nacionalismo árabe, especialmente por el régimen de Bashar Al-Assad quien menciona a este califa en el himno de la República Árabe Siria. El Estado Idrísida entrará en decadencia y será aniquilado en el 985 por el Califato de Córdoba.  

Resumiendo: los idrísidas son considerados como los fundadores del primer Estado marroquí cuyas fronteras serían las que se ilustran en el siguiente mapa, unas fronteras que se corresponden más o menos con las que la comunidad internacional reconoce a Marruecos, si se excluyen por supuesto los territorios pertenecientes a Argelia. 

Fronteras de Marruecos, 789.

La ideología del Gran Marruecos tiene sus orígenes en la dinastía almorávide, una dinastía extranjera originaria del Sahara Occidental, la cual decide invadir Marruecos aprovechándose de la decadencia que atravesaba el joven Estado marroquí. Su líder era Youssef ben Tachfine, fundador de la ciudad de Marrakech. Los almorávides – aparte de su radicalismo, su islamismo y haber invadido Al-Andalus – no eran originarios de Marruecos pero fundaron un imperio que dirigieron desde ahí. La historiografía marroquí los considera como marroquíes y por tanto los fundadores del primer imperio marroquí, vendrían a ser como los auténticos fundadores de Marruecos, dejando a los idrísidas en un segundo plano. Las fronteras terrestres de los Almorávides son las siguientes, las cuales se corresponden con las fronteras reivindicadas por esta ideología supremacista excluyendo la península ibérica: 

Fronteras Marruecos, Imperio Almorávide.

Las dinastías imperialistas más importantes que tomaron el relevo fueron la Almohade – expulsada de nuestro país en las Navas de Tolosa en 1212 -, la Saadí y la Alauita – todavía presente -. La dinastía Saadí tiene una importancia simbólica para los marroquíes ya que supo proteger el país de los otomanos quienes estaban a la espera de una oportunidad para invadir Marruecos como habían hecho con toda la África del Norte. Esta dinastía siguió con la política imperialista de dominación de las regiones subsaharianas con la finalidad de monopolizar el comercio transahariano y asegurar sus rutas comerciales. La dinastía alauita se encargará de consolidar la política de la dinastía anterior. El Imperio Alauita – el Gran Marruecos – alcanza su máximo apogeo en el siglo XVIII bajo el reinado de Ismaïl ben Chérif, conocido en el país magrebí como Mulay Ismail. Los siguientes mapas se corresponden con las fronteras imperiales marroquíes del siglo XVIII y XIX de antes de la colonización europea. 

Rutas comerciales del Gran Marruecos. Siglo XVIII-XIX

 

Gran Marruecos, siglo XIX.

El Tratado de Fez supuso el fin del Imperio marroquí y su transformación de colono a colonia: es la época del Protectorado de Marruecos. Los patriotas se organizaron en torno a un partido denominado “Istiqlal” – Independencia – y llevaron a cabo la lucha anticolonial contra Francia. Los rifeños se organizaron con Abd el-Krim y fundaron una breve república, la República del Rif, invadida nuevamente por España en colaboración con los franceses. Este breve periodo republicano sigue a día de hoy muy arraigado en la comunidad rifeña.

Protectorado de Marruecos. Propaganda colonial francesa.

Marruecos obtuvo su independencia de Francia en 1956 y la ideología del Gran Marruecos volvió a la carga. El sultán Hasan II decía en su momento que la independencia de Marruecos aún no estaba completa ya que faltaban territorios por liberar: Sidi Ifni y Tarfaya principalmente, las cuales fueron entregadas a Marruecos tras la última guerra emprendida por Franco, la guerra de Ifni. El problema radica en que la ideología del Gran Marruecos incluyó el Sahara Occidental, el suroeste argelino – Tinduf y Bechary Mauritania como territorios “a liberar”. Esta última gracias a Francia pudo escapar del Gran Marruecos al haber accedido a la independencia en 1958 bajo el nombre de República Islámica de Mauritania. Los saharauis nunca tuvieron tanta suerte con España …  

En noviembre de 1975 tiene lugar la Marcha Verde y el Sahara Occidental es “recuperado” por la Monarquía marroquí y así Marruecos “pudo acceder verdaderamente a su independencia” en virtud de la ideología del Gran Marruecos, sin olvidar por supuesto la Guerra de las Arenas de 1963 en la que la Monarquía marroquí invadió sin éxito la naciente República de Argelia con la intención de “recuperar” las regiones de Tinduf y Bechar para “completar su independencia.”

Propaganda marroquí. Marcha Verde.

Marcha Verde, 1975. Se puede ver la imagen del sultán Hasan II así como un Corán.

La ideología del Gran Marruecos, al tratarse de una ideología medieval, no concibe el derecho de de los pueblos a la libre autodeterminación ni las libertades democráticas más fundamentales, sino que legitima su dominación mediante argumentos históricos y espirituales. Los primeros ya los hemos visto con anterioridad: Marruecos nace como un imperio, no existe un Marruecos sin imperio. En cuanto a la dominación espiritual ésta es muy importante en un país que no ha conocido un Siglo de las Luces. Esta dominación espiritual se conoce como la “bai’a” y tiene sus orígenes en la Arabia preislámica, consiste básicamente en jurarle lealtad a un jefe tribal, en el caso de Marruecos jurar lealtad al sultán. Romper los lazos sagrados de la bai’a implica romper con la Umma, la comunidad de creyentes sujeta al sultán, y en este caso supone una herejía para el Gran Marruecos. Los saharauis tienen que lidiar con esta doble dominación. 

El Gran Marruecos no solo busca legitimar lo que ellos denominan como Sahara “marroquí” sino que pretende “recuperar” otros territorios “históricamente marroquíes” en cuanto las condiciones lo permitan. Esta ideología absolutista está muy implementada en nuestro país – y en Europa -, es profesada por los millones de marroquíes que conforman la diáspora en el extranjero los cuales consumen con mucha frecuencia canales televisivos del régimen marroquí como 2M TV o MEDI1, sendos canales emitidos en Europa por cable o antena parabólica, en los cuales se vehicula con mucha frecuencia esta ideología transmitida de padres a hijos. Es sin duda un ejemplo de totalitarismo diverso, de minorías, tolerado en Europa en nombre de la diversidad aunque sus principios estén en contra de la misma- muy especialmente de España-. En Francia el Consejo Francés del Culto Musulmán está dirigido por marroquíes que profesan la ideología del Gran Marruecos y que próximamente tendrán a su disposición un Consejo Nacional de Imanes en virtud de la sociedad multicultural.