la proposta d’Acció per la Democràcia (I/II)
7 anys de treball excel·lent i estratègia intel·ligent,
s'estamparen al mur de la partitocràcia local.
Significatiu que la memòria arxiu hagi acabat quedant
en mans del partitòcrata major del regne.
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DSAM nº 561 de 12 de marzo de 2014, IX Leg. (gutierrez-rubi.es)
Comparecencias con tramitación acumulada: C-1149/2013 RGEP.13779. Comparecencia del Sr. D. Octavi-August Grau, Secretario General y Portavoz de Acción por la Democracia, a petición del Grupo Parlamentario Popular, al objeto de informar sobre cuestiones relacionadas con el objeto de la Comisión. (Por vía del artículo 211 del Reglamento de la Asamblea). C-312/2014 RGEP.2461. Comparecencia del Sr. D. Guillem Grau, Portavoz de Acción por la Democracia, a petición del Grupo Parlamentario Popular, al objeto de informar sobre cuestiones relacionadas con el objeto de la Comisión. (Por vía del artículo 211 del Reglamento de la Asamblea). Señores Grau, les doy la bienvenida en nombre de todos los miembros de la Comisión. Sin más preámbulos, tienen la palabra. El orden de intervención son ustedes mismos quienes lo deciden, y la distribución del tiempo, igualmente, queda a su entera libertad. El Sr. PORTAVOZ DE ACCIÓN POR LA DEMOCRACIA (Grau Carrera): Muchas gracias, señora Presidenta. Muchas gracias a todos ustedes, diputadas y diputados, por escucharnos hoy aquí. Lo primero que queremos decir es que es para nosotros verdaderamente un honor comparecer ante esta Comisión, y estamos verdaderamente impresionados por el nivel de los trabajos que han venido realizando hasta esta fecha. Ante todo, permitidme por favor que nos presentemos. Nos hemos dedicado durante los últimos seis años a promover la reforma del sistema electoral de Cataluña desde la sociedad civil. DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30935 Comparecemos hoy ante esta Comisión para exponer nuestra visión sobre el proceso de reforma electoral catalán y para aportar algunas consideraciones, fruto de nuestra experiencia, que pensamos que pueden ser de interés para los trabajos de esta Comisión. Antes de explicar nuestra experiencia personal, permítanme exponer brevemente la historia del sistema electoral del Parlamento de Cataluña para poder contextualizar luego el trabajo que hemos realizado desde el año 2007. Lo primero que hay que decir, por muy sorprendente que parezca, es que en Cataluña no existe una ley electoral. Esto no quiero decir que no haya normas electorales; las elecciones se han venido celebrando en virtud de la disposición cuarta del Estatuto de Autonomía de 1979. Era una disposición transitoria pensada para las primeras elecciones, pero que se ha mantenido en vigor hasta la actualidad. Esa disposición define un sistema electoral muy sencillo, son básicamente las cuatro provincias, cada una de ellas es una circunscripción electoral, la provincia de Barcelona elige 85 diputados; la de Tarragona, 18; Gerona, 17 y Lérida, 15. En total, son 135 diputados. Fue un acuerdo que se tomó en aquel momento y se sobre representan bastante las tres provincias que no son Barcelona. Era una disposición para unas primeras elecciones y, luego, por una serie de motivos, este sistema electoral -con listas cerradas y bloqueadas evidentemente, como en toda España- se ha mantenido en vigor. Para los demás temas relacionados con procesos electorales, la disposición transitoria cuarta del Estatuto de 1979 remite a la Ley Orgánica de Régimen Electoral General. Esto, hoy en día, ahora mismo, como expondremos más tarde, representa una dificultad importante, que, además, ha afectado bastante al proceso de reforma electoral. El Estatuto de Autonomía del año 2006 reprodujo, en su disposición transitoria segunda, el mismo sistema electoral del año 1979; por tanto, tenemos la misma norma, pero dos veces transitoria, en dos Estatutos de Autonomía distintos. ¿Cómo ha funcionado este sistema electoral? Como ustedes saben, entre el año 1980 y 2003, gobernó en Cataluña el mismo presidente, don Jordi Pujol, y, como sabemos por la prensa, era una situación políticamente muy tranquila que algunos calificaban como el oasis catalán. El sistema electoral provisional, que se había convertido en definitivo, tuvo mucho que ver con esta situación, porque, entre otras cosas, en los años 84, 88 y 92 se dio la situación de que Convergència i Unió tuvo mayoría absoluta sin alcanzar el 50 por ciento de los votos, como ha venido ocurriendo en el Congreso en muchas ocasiones, de modo que el sistema electoral era algo prácticamente imposible de reformar en aquel momento por estas circunstancias. A partir de 1995, la situación empezó a cambiar debido a que Convergència i Unió perdió la mayoría absoluta, empezó a gobernar con apoyos parlamentarios externos y, por tanto, empezó el debate sobre la reforma del sistema electoral. De hecho, el trabajo que nosotros hemos realizado desde el año 2007 tiene sus raíces en las primeras propuestas que se presentaron en los años 1995- 1996. Estas primeras propuestas se basaron en el sistema alemán. Hubo un famoso informe, que se ha mencionado luego muchas veces, de la Fundación Jaume Bofill que presentaba como propuesta un sistema alemán modificado, que, de hecho, es el que luego se convertiría en el sistema escocés. No sé si saben que en el Parlamento autonómico de Escocia existe un sistema electoral que es de doble voto, parecido al sistema alemán pero con unas características propias que lo hacen ser poco DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30936 proporcional y, sobre todo, con el recuento de los votos dentro de unas circunscripciones regionales. Una cosa parecida es lo que se propuso en el año 1996 en Cataluña. Esta propuesta fue muy bien acogida por Convergència i Unió. Por otro lado, los socialistas empezaron a considerar el sistema alemán -lo consideraban otra variante en algunos artículos que se publicaron por aquellos años-, que se basaba en el sistema electoral de los “länder” alemanes. En Alemania, de los 16 “land”, hay 13 en los cuales se aplica el sistema alemán con diversas variaciones. En general, se trata de sistemas con circunscripción y lista única para todo el “land”. Esta fue la idea que los socialista defendieron entonces básicamente porque en aquel momento estaba vigente un pleito político muy importante -se hablaba incluso a veces de manera crispada de esto-, que era el pleito de la proporcionalidad. Esto fue muy importante en Cataluña debido a las mayorías que sacaba Convergència i Unió ya que las tres provincias de fuera de Barcelona estaban sobrerrepresentadas respecto a la población. Esto llevó a veces a unos extremos un poco pintorescos, cuando se decía, por ejemplo, que las vacas del Pirineo tenían un peso electoral mayor que los ciudadanos de Barcelona. Esto enconó mucho las posiciones en el debate de la reforma electoral hasta el punto de que realmente no fue posible avanzar en esta cuestión. Un poco más tarde, en 2007, hubo un informe encargado desde las instituciones a expertos muy vinculados a partidos políticos; fue una manera de tratar de avanzar en el debate de la reforma electoral sin estar sometidos a la presión mediática y a la presión del día a día político. Estos expertos, que conocían muy bien las posiciones de los partidos catalanes y sabían cómo defender sus intereses, trabajaron durante unos meses y presentaron un informe en 2007 que presenta diversos puntos de acuerdo muy interesantes. La cuestión del proceso electoral quedó resuelta definitivamente; es decir, todo aquello de la Ley Electoral que no se refiere al sistema electoral quedó establecido definitivamente por el informe de 2007 y todos los partidos reconocen hoy en día que aquel informe, en estos puntos, es totalmente válido, a pesar del tiempo que ha pasado. Hubo un acuerdo esencial en el número de representantes que correspondía a cada territorio. Se seguían sobrerrepresentando los territorios fuera de área metropolitana de Barcelona a nivel electoral, pero se llegó a un acuerdo bastante sólido entre todas las formaciones políticas sobre qué nivel de sobrerrepresentación se consideraba aceptable, legítimo y positivo para el sistema. Esto también es algo que en las discusiones recientes entre partidos se reconoce como un acuerdo todavía válido en vigor. La discusión del sistema electoral se cerró en cierto modo en falso, y la prueba es que la ponencia parlamentaria de 2009 y 2010 del Parlamento de Cataluña no llegó a ningún acuerdo, a pesar de que los partidos empezaron con la idea de trasladar aquel informe de expertos a la realidad, y, básicamente, porque la propuesta del sistema electoral de aquel informe era muy poco ambiciosa; de hecho, algunos participantes en aquella ponencia han llegado a calificar el sistema electoral del informe como una ley orgánica del régimen electoral general, entre comillas, a la catalana. ¿Por qué? Porque proponía unas listas desbloqueadas basadas en las veguerías, que es la futura organización territorial de la Administración de la Generalitat de Cataluña; una organización territorial que debería sustituir a nivel funcional, en términos autonómicos, a las provincias. Lamentablemente, no se ha llegado a un acuerdo sobre si tiene que haber siete u ocho veguerías, que es otra cuestión política DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30937 interesante, y, dentro de estas veguerías, con un prorrateo, es decir, con un número de diputados que ya había quedado acordado en firme, se proponían unas listas desbloqueadas basadas en que el elector podía solamente poner tres cruces y la primera persona de la lista estaba bloqueada, con lo cual, el número uno de la lista no podía ser modificado. Esta era una propuesta muy de mínimos que, en aquel momento, para cerrar el informe y poder presentar algo los participantes en aquella comisión, decidieron hacerlo de esta manera, pero realmente luego ningún partido político ha defendido esta postura hasta el final y ha quedado como una cosa de aquel momento que, siete años después, ya nadie vuelve a plantearla. Fue poco después de este informe cuando nuestra plataforma Acció por la democracia - Acción por la Democracia en castellano- fue fundada, sin ninguna formalidad institucional; de hecho, se trataba de una reunión de personas que presentó un manifiesto en noviembre de 2007 en el que implícitamente se asumía que las partes de proceso electoral y la discusión territorial habían quedado zanjadas por el informe de los expertos, pero había que ir más allá en la cuestión del sistema electoral. En este “ir más allá” el informe defendía la introducción de los diputados uninominales y dejaba la cuestión muy abierta respecto a la formulación concreta del modelo; la idea del diputado uninominal en el sentido evidente de introducir un voto personal realmente fuerte que permitiera la participación de los electores y su relación con su representante. Cincuenta personalidades firmaron este primer manifiesto, entre ellas, por ejemplo, Heribert Barrera, expresidente del Parlamento de Cataluña y Secretario General de Ezquerra Republicana, que fue una de las personas que más alentó que esta plataforma fuera adelante, y otras personas de perfiles totalmente distintos. En este sentido, la primera característica de Acció por la Democracia siempre ha sido la transversalidad política. Ha habido personas procedentes de todas las familias políticas e ideológicas posibles sin vinculación, en general, de partido en el momento en que participaban en nuestra plataforma y con una relación fluida con la casi totalidad de los partidos políticos que hay representados en el Parlamento de Cataluña. Se desarrolló un trabajo de difusión y promoción hasta abril de 2009 cuando, para dar continuidad a estos trabajos, y sobre todo para poder colaborar mejor con los partidos y con las instituciones, se decidió constituir una asociación. Esto fue el 21 de abril de 2009 y se empezó un nuevo ciclo de nuestros trabajos en el que básicamente nos dedicamos, desde la sociedad civil, desde fuera de las instituciones y desde fuera de los partidos, pero colaborando siempre lealmente con instituciones y partidos, a trabajar en los estándares de este debate. Es decir, nos encontramos con una situación en la que los sistemas electorales en España, desafortunadamente, han sido relativamente poco estudiados, sobre todo desde el punto de vista comparativo; hay pocas cosas publicadas y poco conocimiento, comparado con otros países, sobre las posibilidades que existen para la reforma y sobre los efectos que estas posibilidades podrían tener sobre el sistema de partidos y sobre otras cuestiones transcendentales. Entonces, en base a cuatro programas, que eran el programa internacional, el académico, el de comunicación y el de acción política, nos dedicamos a hacer un trabajo coordinado para dar a conocer mejor sobre todo el sistema alemán, que era la DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30938 manera de que nuestro manifiesto, nuestra propuesta inicial, se pudiera llevar a cabo. Nunca hemos defendido un modelo o una formulación concreta de sistema. Pensamos que esto es algo que corresponde a los partidos en Cataluña decidirlo en la institución parlamentaria. Y, sobre todo, trabajamos con muchísimas entidades, entre ellas, por ejemplo, un grupo llamado Grupo para la reforma del sistema electoral 15-M, que nació precisamente en la plaza de Cataluña de Barcelona durante las reivindicaciones, las manifestaciones del movimiento que conocemos como el 15-M, que fue uno de nuestros principales apoyos y uno de los reconocimientos que consideramos más importantes del trabajo que hemos venido desarrollando más institucional. En cuanto a este trabajo de estándares, si se fijan, si las primeras propuestas del sistema alemán se remontan al año 1995 o 1996, estamos a punto de que el proceso de reforma electoral en Cataluña lleve 20 años en marcha, que es –no quiero desanimar a nadie- como funcionan estos procesos, la cuestión del sistema electoral realmente al final afecta al núcleo del reparto del poder. Es una cuestión lenta en la cual es muy difícil encontrar el momento en que las fuerzas políticas puedan alcanzar consensos. Sin embargo, parece que este momento podría llegar en Cataluña. Se empiezan a dar las circunstancias para que este trabajo, que empezó hace tanto tiempo, pueda culminar con éxito en algún momento, porque claro, como ustedes saben, el contexto en Cataluña es ahora político, y es difícil, por la cuestión del soberanismo; porque, claro, han introducido una agenda que puede eclipsar cualquier otro tema en cualquier momento, y es lógico porque es una cuestión de mucho calado, de mucha profundidad. Pues bien, en septiembre de 2012 se convocaron elecciones anticipadas, que se celebraron en noviembre de 2012; entonces, los programas electorales de los partidos ya recogieron el sistema alemán: Convergència i Unió se presentó a las elecciones defendiendo el sistema alemán; el PSC - Partido Socialista de Cataluña- también se presentó a las elecciones defendiendo el sistema alemán; el Partido Popular de Cataluña, que nunca antes había introducido ninguna propuesta de sistema electoral, mencionó este tema por primera vez y defendió que aquel sistema que recibiera el apoyo mayoritario de los partidos sería el que ellos asumirían; Iniciativa per Cataluña, que en parte tiene que ver con Izquierda Unida, defendió, como es tradicional en ellos, el sistema holandés porque es el sistema en el contexto europeo que mayor proporcionalidad aporta; Ciudadanos en aquel momento también defendió la reforma electoral, y Esquerra Republicana fue el único partido en defender el informe de los expertos de 2007. En febrero de 2013, es decir, poco después de las elecciones, -el nuevo Gobierno tomó posesión en diciembre de 2012-, se inició la actual ponencia parlamentaria para la redacción de la ley electoral. Esta ponencia lleva poco más de un año de trabajo, concretamente, trece meses, han comparecido numerosísimas personas, sobre todo expertos y algunas personalidades políticas, donde tuvimos el honor de comparecer también nosotros en el mes de junio de 2013, también han comparecido expertos internacionales de mucho peso, y se ha ido avanzando de manera muy discreta, sin presión mediática, hacia un posible consenso.DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30939 Los problemas que han aparecido han sido bastante importantes; entre ellos -esto ha sido publicado en prensa, no sé si lo han seguido-, la propuesta de celebración de una consulta sobre la soberanía requiere de una estrategia jurídica un poco complicada que afecta en parte a la ley electoral porque, claro, la idea de una consulta tiene que ver con los procesos electorales. Esta fue una cuestión muy delicada, que prácticamente paró los trabajos de elaboración de la ley electoral; pero, por suerte, todos los partidos tuvieron la firme voluntad de llegar a un consenso sobre la cuestión del sistema electoral sin dejar que otras cuestiones afectaran a esto, se ha podido superar esta circunstancia, los partidos ya han tomado una decisión sobre la cuestión de la consulta, la han hecho pública, este tema está en estos momentos en otros foros, y la ponencia de la ley electoral sigue adelante aunque con algún retraso. En estos momentos se están celebrando unas reuniones al margen de la ponencia –de esto también han informado abundantemente los periódicos en Cataluña-, ha habido alguna propuesta distinta del sistema alemán, incluso se llegó a publicar en prensa, pero esto fue una operación de algunas personas al margen de sus partidos que no llegó a buen puerto; estas noticias fueron rápidamente desmentidas por la mayoría de los partidos, y en estos momentos se están celebrando estas reuniones, que esperemos que en un plazo de tiempo relativamente breve puedan llegar a algún buen resultado. Nosotros durante el mes de julio de 2013, decidimos que esta era una de las ideas fundamentales de nuestra asociación, si bien no queríamos asumir ningún protagonismo que no nos correspondiera; entonces, viendo que la ponencia estaba avanzando a muy buen ritmo y que existían elementos de base para el consenso, decidimos que nuestra Asociación se disolviera –se disolvió en julio de 2013- precisamente para permitir que, si se alcanza un resultado positivo en el proceso de reforma electoral, sea mérito exclusivamente de los partidos en Cataluña, que al final son los que tendrán que defender y adaptarse a este sistema en el futuro. Sin más consideraciones, cedería la palabra a mi hermano para que añadiera algunas cosas más a lo que les he explicado. Muchas gracias por su atención. La Sra. PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Grau. Señor Grau, tiene la palabra. El Sr. SECRETARIO GENERAL DE ACCIÓN POR LA DEMOCRACIA (Grau Carrera): Muchas gracias, señora Presidenta. Muchas gracias a todos ustedes por habernos invitado a comparecer. Quisiera expresar mi más sincero agradecimiento, en especial al señor Henríquez de Luna que nos contactó por primera vez para poner en marcha esta comparecencia del día de hoy. Como ha dicho mi hermano Guillem, nuestra actividad política en Cataluña en los últimos seis años ha estado enteramente dedicada a la reforma del sistema electoral catalán. En este largo proceso que está a punto de terminar, y que esperemos que termine felizmente, hemos acumulado una experiencia en el campo de las reformas del sistema electoral que es para nosotros una satisfacción poder compartir y sobre todo deseamos que les pueda ser útil a ustedes.DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30940 En todos los procesos de reforma del sistema electoral, los partidos tienen intereses legítimos, pero estos intereses, en muchas ocasiones, son distintos a los intereses oportunistas que los partidos puedan defender según los diferentes momentos y las diferentes situaciones, y esto es lógico; pero en esta pequeña intervención quisiera aportar algunas consideraciones sobre cuatro temas que, leyendo las transcripciones de las sesiones anteriores de esta Comisión, han aparecido con especial intensidad y que desde la experiencia que hemos acumulado en Cataluña creo que pueden tener bastante interés. Tengan en cuenta que nosotros no nos hemos dedicado a la ciencia política y tampoco nos hemos dedicado a la política de los partidos. Hemos hecho política desde fuera de los partidos y desde fuera de las instituciones, como antes ha comentado mi hermano, colaborando lealmente y sobre todo con independencia. Por lo tanto, tengan en cuenta que estas consideraciones no pretenden ser una aportación académica ni argumentos que defiendan la posición de ningún partido político en concreto. La primera consideración que quería hacer es acerca del caciquismo. Es frecuente introducir esta cuestión en el debate de la reforma electoral cuando se plantea la introducción en España de los diputados uninominales. Una de las mejores maneras de aproximarse a este objeto de estudio es mediante los escritos de Joaquín Costa. Examinemos el concepto. La condición necesaria para que ocurra este fenómeno es que una estructura política actúe al servicio de otra estructura de otra naturaleza y, cuando se presenta esta relación, el problema es que uno suele intentar identificar las estructuras. Pero esto es un error, lo importante es la relación al servicio de; es decir, examinar cuál es la relación entre las diferentes estructuras de poder. Y un día nosotros preguntamos a un importante político que vivió la Transición y que se retiró hace poco y le preguntamos acerca de esta cuestión porque, sin duda, uno de los grandes retos de la introducción del sistema alemán en cualquier contexto español, sea en una autonomía, sea a nivel nacional o sea de otro modo, el caciquismo es una interrogante. Y, cuando le preguntamos, nos contestó que deberíamos pensar si el caciquismo tiene que ver con la reforma electoral y si el caciquismo en una forma moderna, contemporánea y poco visible para nosotros ya existe en nuestra sociedad. De hecho, cuando uno examina el funcionamiento poco democrático de los partidos políticos en términos de lo que podría ser o ha sido en otros países, uno ve que, en el fondo, estas estructuras que actúan al servicio de otras no tienen mucho que ver con las reformas electorales sino más bien con el funcionamiento interno de los partidos. Entonces la pregunta en relación al sistema electoral es si la introducción de un sistema electoral en concreto potencia o reduce esta manera de funcionar de los partidos políticos; luego me referiré a esta cuestión con otra de las consideraciones que quería hacer. También quisiera añadir en relación al caciquismo que, en esta relación que se establece en una estructura política que actúa al servicio de otra estructura de otra naturaleza, el diputado uninominal por las experiencias comparadas de otros países, realmente los diputados, como nosotros podríamos pensar en este país, no actúan -en el contexto sobre todo europeo- por intereses, por ejemplo, económicos o por intereses que tengan que ver con la corrupción política o por intereses de otro tipo que se nos pudieran ocurrir. La realidad es que estos diputados en el fondo no se diferencian mucho de los diputados de lista. Como ustedes saben, en el sistema alemán o en sistemas DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30941 proporcionales, a veces sistemas mixtos, los diputados acceden por lista o por ganar el acta de diputado en una circunscripción uninominal, y el trabajo que efectúan por trabajos hechos, por ejemplo, por estudios hechos en Escocia, por el profesor Thomas Lumber, muestran que los diputados se dedican tanto a atender las circunscripciones uninominales como a atender los asuntos de interés general a partes más o menos iguales. Hay una diferencia porcentual en que evidentemente los diputados que ganan un acta uninominal se dedican proporcionalmente un poco más de tiempo a la atención de los ciudadanos, en concreto en sus circunscripciones, pero los diputados de lista también lo hacen. Eso tiene que ver con que, en general, se permite que los diputados de lista también se presenten por diputados uninominales. Es lo que se llama la doble candidatura. Solo en Gales no se permite y creó una vez una situación políticamente muy grave, y es que el aspirante a primer ministro de un partido se quedó fuera del Parlamento y eso generó un problema de una envergadura política muy considerable. En los sistemas en los que se permite la doble candidatura piensen que solo gana un diputado a una circunscripción uninominal, pero los diputados de los demás partidos que no han ganado suelen entrar por la lista, con lo cual ocurre un fenómeno muy interesante, que se llama “shadowing”; imagínense ustedes diputados de lista que están asignados a una circunscripción uninominal, que pretenden batallar por ganarla, pero resulta que no tienen las obligaciones formales institucionales que representa ser un diputado uninominal, con lo cual no es que el diputado uninominal sea mejor por haber ganado sino que lo tiene más difícil porque los que quieren batallar para ganar en las siguientes elecciones en esa circunscripción en concreto no tienen ningún coste añadido por intentarlo. Con lo cual, se genera una sana competencia entre partidos que invalida un poco, en la práctica, la idea de que el diputado uninominal tiene más prestigio o que los partidos que ganan más actas uninominales tienen más prestigio que aquellos partidos que no han ganado tantas actas de diputados uninominales. La segunda consideración que les quería hacer es acerca del llamado “gerrymandering”. En España, esta cuestión es especialmente importante y llamativa porque es difícil dibujar y diseñar por primera vez unos distritos uninominales, primero, que tengan sentido, y, segundo, que se pueda alcanzar un consenso amplio entre los partidos sobre cuáles deben ser. Porque el problema, al ser tan llamativo, es que los partidos en España suelen creer que la creación de distritos uninominales nuevos es algo que hace un partido para poder ganar más, mientras que esto no suele ser así. Y no suele ser así porque en el fondo esta visión proviene de algo que se ha estudiado poco y tenemos una creencia bastante extendida que no es cierta. El problema es que las divisiones electorales no necesariamente tienen que coincidir con divisiones administrativas. En ningún país en donde hay circunscripciones uninominales –que es una cuestión muy concreta, recuerden que hay el voto de lista; por lo tanto, la circunscripción uninominal no determina la estructura del poder de los partidos de un modo importante- la división administrativa no suele ser la base de la división electoral. ¿Por qué? Porque lo importante, al ganar por mayoría el diputado el acta en esa circunscripción, es el número de personas que viven en esa circunscripción. Por lo tanto, si ustedes se fijan en un país como España o en una Comunidad Autónoma como Madrid, DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30942 verán que normalmente la población está distribuida irregularmente. Esto en otros países no pasa; así, las distribuciones de población en países como Alemania es mucho más regular. Para crear las circunscripciones uninominales debe haber unos principios, y el más importante de estos es el número de población que hay. Se suele coger el número total de circunscripciones uninominales y se compara con el número total de población. De ahí sale una media. Imagínese que sale una media de 100.000 personas, con lo cual cada 100.000 personas debería haber un representante. De hecho, creo que en su Estatuto para formar el número concreto de diputados que tiene esta Cámara hay un prorrateo en relación al número de personas que viven en la Comunidad de Madrid. Es algo parecido. El segundo criterio tiene que ver con que estas circunscripciones uninominales se asemejen, más o menos, a determinadas divisiones administrativas; por ejemplo, en Cataluña se ha planteado históricamente que las comarcas tuvieran un diputado, que en las zonas muy pobladas los partidos judiciales tuvieran un diputado, y que en las zonas aún más pobladas como la ciudad de Barcelona que los distritos y los barrios tuvieran diputados. Pero eso es solo un criterio, lo importante sobre todo es el número medio de población. También existe la cuestión de cuánto nos podemos desviar de la media porque en los países que solo tienen circunscripciones uninominales piensen que no se pueden desviar mucho de la media porque eso distorsionaría mucho el resultado; con lo cual, nos encontramos con que en países como en Inglaterra uno solo se puede desviar el 2 por ciento de la población media, pero en los sistemas como los que se vienen planteando en diferentes comunidades autónomas, y que a veces se han planteado en España –sistemas alemanes-, en estos sistemas que son proporcionales y donde la proporcionalidad y el voto de partido manda sobre el tamaño del partido, la desviación media de la población de un distrito uninominal puede ser mayor; de hecho, podríamos decir que se podría llegar a desviar hasta un 50 por ciento por arriba y por debajo de la media de la población. Uno de los antecedentes más útiles para nuestro caso, hablando de sistemas alemanes, seguramente es el de la Alemania del Este porque, con la reunificación alemana, se tuvo que implantar un nuevo sistema de distritos uninominales en toda Alemania del Este. El problema es que, a falta de tener unas divisiones administrativas, unas medias de población, etcétera, la manera de cómo se construyeron también puede ser interesante para los casos que nos ocupan. La tercera consideración que quisiera hacer es sobre el voto uninominal y la posición y el tamaño electoral de un partido. En primer lugar, casi no hace falta recordar que los sistemas alemanes son totalmente proporcionales; por lo tanto, la afectación que tiene la introducción de un sistema concreto sobre los resultados electorales de los partidos en términos del tamaño que van a tener no es relevante en este caso. Pero quisiera explicar cómo ha ido el debate en Cataluña sobre esta cuestión y, sobre todo, cómo ha ido en países como Alemania. Es evidente que hay partidos que son más pequeños que otros; durante muchos años ha habido sobre todo dos partidos muy grandes que podrán ser mayoritarios en determinados sitios. Si DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30943 cogiéramos quién ha tenido más votos en una región concreta, es verdad que hay unos partidos que tienen más posibilidad de volver a sacar una mayoría en esa región concreta y otros que no; hay partidos que, también en Cataluña, por ejemplo, son nuevos y tienen tres diputados, como las candidaturas de Unidad Popular, y son partidos que en un distrito uninominal concreto serían muy pequeños. ¿Cuál es la realidad? Que en ningún país donde hay sistemas alemanes esto ha sido un caballo de batalla para ningún partido porque, como les decía, si se permite la doble candidatura, la diferencia entre un diputado de lista y un diputado que gana su escaño por la circunscripción uninominal no es muy grande; además -como les decía, también-, por el “shadowing”, los partidos que no ganan actas uninominales tienen unos ciertos incentivos y unos ciertos beneficios para poder desarrollar su tarea de atender a los ciudadanos y de representarlos sin las obligaciones que comporta ser diputado uninominal. En Alemania, por ejemplo, nos encontramos con partidos como Die Linke, que, a pesar de ser más pequeños o considerablemente más pequeños que otros, se han especializado en ganar determinados distritos del Berlín Este. Lo han hecho muy bien y los han conseguido. Si uno hubiera cogido ese mismo partido en el sistema proporcional de voto a lista, diría: estos señores no van a conseguir jamás un distrito uninominal, pero esto no ha sido así... La Sra. PRESIDENTA: Señor Grau, debe ir terminando. Le recuerdo que tiene una segunda intervención. El Sr. SECRETARIO GENERAL DE ACCIÓN POR LA DEMOCRACIA (Grau Carrera): Gracias. Estos partidos han conseguido diputados uninominales. Luego está el caso, por ejemplo, del Scottish National Party, que, cuando se introdujo el sistema escocés en el año 1999, con la “devolution”, algunos partidos pensaron que era la mejor manera de que el Scottish National Party no ganara distritos uninominales. Si uno mira los distritos que ganó este partido en 1999, son pocos; cuando uno mira las últimas elecciones, este partido ganó muchísimos escaños en circunscripción uninominal. Por lo tanto, cuando los partidos trabajan con las nuevas reglas del juego, es posible que ganen los distritos; no es verdad que, dependiendo del tamaño de un partido, en un sistema de listas cerradas luego tenga unos escaños predeterminados en los distritos uninominales. La última consideración –rápidamente- es la relación entre el sistema electoral y otras reformas de las instituciones democráticas y los partidos. Tiene especial interés examinar esta cuestión desde el punto de vista de dos dimensiones: la tensión intrapartido y la tensión interpartido. Explico rápidamente que son estas dos cuestiones. La tensión intrapartido es la que se vive dentro de los partidos. Y, por ejemplo, en nuestro sistema, actualmente, durante las elecciones no existe ninguna tensión intrapartido. Todo el mundo defiende el discurso del partido y raras veces hay discrepancias entre sus miembros en relación, por ejemplo, con el sistema electoral. En cambio, en el momento de hacer las listas, la tensión intrapartido es máxima, pero es antes del proceso electoral. Y la tensión interpartido son las tensiones que se viven entre los partidos en relación con el sistema electoral. Este es el caso, por ejemplo, del diputado uninominal, en el que en una circunscripción concreta los diputados de varios partidos en un mismo distrito deben pelear entre ellos para conseguir la mayoría de los votos. Eso es algo totalmente diferente que la tensión intrapartido.DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30944 La cuestión es que, cuando uno aborda las reformas de nuestro sistema democrático en general, es muy importante –al menos, según nuestro criterio- distinguir lo que genera tensión intrapartido de lo que genera tensión interpartido. Por ejemplo, las primarias son muy interesantes para abordar la reforma de los partidos políticos, pero es algo que genera tensión intrapartido, con lo cual es muy razonable que existan las primaras en los partidos antes de los procesos electorales. En cambio, es muy razonable que en los procesos electorales las reformas del sistema electoral se encaminen directamente a la tensión interpartido, porque recordemos que la esencia de la democracia, al final, es el voto y es la competición entre las ofertas electorales. Por lo tanto, las propuestas que se han hecho de listas desbloqueadas son propuestas que lo que hacen es aumentar muy considerablemente -aunque hay trucos para rebajarla- la tensión intrapartido durante el proceso electoral, y eso, sinceramente, no aporta mucho a la regeneración y a la reforma de la democracia. Finalmente, consideramos que en la Constitución, de las dos cuestiones fundamentales para desarrollar la democracia en España, los derechos fundamentales se consolidaron de una manera excelente. Pero el problema es que en el derecho a la participación política que implica desarrollar el mandato representativo, eso es lo que quizá menos hemos construido tanto en España como en las comunidades autónomas. Por lo tanto, como conclusión a esta intervención, creo que la reforma electoral debe encaminarse a desarrollar el mandato representativo, y eso solo se puede conseguir, en el caso que nos ocupa de las reformas electorales, mediante reformas que generen tensión interpartido. Si se quiere regenerar los partidos políticos, es muy pertinente plantearlo, pero, como es algo que opera en el eje de la tensión intrapartido, es muy recomendable -sobre todo en nuestro país, por nuestra cultura política y nuestra herencia histórica- que se plantee fuera de los procesos electorales. Gracias por su atención. La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señor Grau. A efectos del diario de sesiones, para aclarar el orden de las intervenciones, don Octavi-August. Iniciamos, señorías, el turno de portavoces con la intervención del señor Velasco en representación del Grupo Parlamentario Unión Progreso y Democracia. El Sr. VELASCO RAMI: Muchas gracias, señora Presidenta. Muchas gracias a los intervinientes. La verdad, es reconfortante ver a dos hermanos planteando un tema. La familia que imparte doctrina -dicho sea con todos los respetos y el mayor elogio- unida permanece unida. Les felicito, además, porque me parece que esta es una iniciativa interesante; es decir, ustedes surgen de eso que se llama la sociedad civil –yo tengo duda respecto a ese calificativo, pero aceptémoslo- y no solamente no se han conformado con protestar desde el sillón de su casa viendo la televisión, como lamentablemente hace la inmensa de los ciudadanos, sino que han dado un paso un más adelante y no solamente protestan, que tiene su valor también, sino que presentan propuestas constructivas e interesantes. Mi Grupo les felicita por eso y les agradece su presencia aquí.DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30945 Ustedes han planteado muchos temas de indudable interés, pero a mí me gustaría empezar recordando -y creo que no es ocioso- cuál es el telón de fondo, que preside, o está presente o que gravita sobre esta Comisión, y es el de la crisis de la democracia. Seguro que ustedes han visto esta última separata que acaba de publicar el “The Economist” -que es un semanario de prestigio- de Washington (Muestra un documento a la Comisión.); un artículo que dice: “What grows with democracy? ¿Qué es lo que está mal con la democracia? Y hay dos gráficos, -aparte de los artículos, como todo lo de “The Economist”, muy interesantes, aunque discutible en muchos aspectos- que llaman la atención y ustedes habrán visto: participación de miembros de los partidos en una serie de países, España Alemania, Gran Bretaña, Italia, Noruega, Finlandia, Austria, Francia, etcétera, Estados Unidos es muy especial, pero si ven la tendencia, desde el 70 hasta la fecha actual son todas clarísimamente coincidentes; hacia abajo. Incluso esa tendencia es más aguda en cuanto a la participación en los procesos electorales. Por tanto, yo creo que ese es un aspecto que gravita sobre todas nuestras intervenciones y, evidentemente, todos somos conscientes de que esa crisis de la democracia responde a factores mucho más profundos que determinadas leyes electorales. Incluso, en esos gráficos y en otro artículo que publicó “The Economist” el 7 de diciembre referido al Reino Unido, y que toma la serie desde 1950 hasta nuestros días, de los tres grandes partidos, todos tienen una tendencia clarísimamente a la baja y es el paradigma del distrito uninominal, aparte de Estados Unidos, que tiene, como ustedes saben, características muy especiales. Crece la abstención. Hay una foto realmente curiosa, que ustedes verían, de Miliband, hablando con un elector que le mira con absoluto desprecio. (Muestra una foto a la Comisión.) Habla de eso, precisamente, del desprecio – creo que hay que utilizar esa palabra- no solo alejamiento del elector respecto al elegido. Creo que es importante tener en cuenta eso, hay muchos otros factores aparte de la ley electoral. Evidentemente, mi Grupo y nuestro partido a nivel nacional es uno de los damnificados de la Ley Electoral Nacional, como ustedes seguramente saben, cree que tratar de regenerar la democracia y recuperar el prestigio perdido por las instituciones plantea una serie de exigencias; entre ellas, con seguridad unas leyes electorales distintas. Nosotros no lo vemos tan urgente en la Comunidad de Madrid como a nivel nacional, pero, en fin, ese no es objeto de esta Comisión y, por eso, simplemente quería mencionarlo. Y eso es perfectamente trasladable a lo que voy a decir a continuación a nivel autonómico, en ese desprestigio o alejamiento creciente -para utilizar una expresión más caritativaentre electores y elegidos cuentan factores distintos a la Ley Electoral vigente, porque, repito, hemos visto que se está dando en países con leyes electorales muy distintas, incluso participa de esa tendencia Alemania también. Lo que podríamos llamar eufemísticamente conductas poco ejemplares de los partidos, como organizaciones, en las que la democracia interna deja mucho que desea y, qué duda cabe que eso está relacionado también con el mecanismo de las listas cerradas, etcétera, por supuesto, creo que todos somos conscientes de eso, pero también conductas poco ejemplares en sus actuaciones como políticos. Y todo eso influye decisivamente y, seguramente, yo creo -por lo menos intuitivamente- que más que la propia Ley Electoral, y estoy pensando, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid o en España entera, más que el hecho de que haya una ley electoral que el elector estime más o menos injusta. El ciudadano está cansado de muchas otras cosas y una de ellas es precisamente eso que yo DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30946 he llamado conductas poco ejemplares -no quiero generalizar- de algunos, de muchos o de pocos, de los elegidos, y eso creo que es importante. Como influye también –y eso no entra en el mandato de esta Comisión- que el ciudadano es cada vez más consciente de un hecho cierto, que es que las posibilidades de decisión por parte no digamos de los Parlamentos y de los Gobiernos son cada vez menores. La gente dice: no se ocupan de mis problemas. Los políticos no se ocupan o no nos ocupamos de los problemas de los ciudadanos o de los problemas que los ciudadanos estiman más urgentes. Pero, muchas veces las posibilidades de decisión de un Gobierno –no digamos autonómico- nacional son cada vez menores y más limitadas. Hoy la política es fundamentalmente economía, y las decisiones económicas están fuera de aquí, y eso lo sabe o lo intuye el ciudadano, y esa es una de las razones -y no tengo respuesta para eso- de la crisis democrática; es decir, hoy las decisiones, como ustedes saben no están en eso que se llama Bruselas, están fuera. Cuando el peso del sistema financiero es tan brutal en todo el mundo, en ese mundo globalizado, las decisiones están al margen, no digamos ya de los Gobierno nacionales o gobiernos autonómicos, de los electores, sino fuera de ellos. Estas son consideraciones de tipo general, pero he pretendido poner de relieve que nuestro intento de tratar de mejorar -y hay posibilidades de mejora, por supuesto en todo sistema electoral- naturalmente responde, como ustedes han apuntado -y otros- a intereses legítimos de los partidos, naturalmente. Y una vez establecido un sistema -y lo están viendo ustedes en Cataluña y lo estamos viendo a nivel nacional en España-, es muy difícil desmontarlo, ¿Por qué? Porque se crea una cosa muy sencilla que a veces no sale en los textos, que son los intereses creados. Llámenlo ustedes caciquismo. ¡De acuerdo! El concepto de caciquismo es un tema del siglo XIX de Joaquín Costa. ¿Preferimos relaciones clientelares? ¿Preferimos clientelas? Eso existe también y ese es uno de los peligros que nosotros, nuestro Grupo, vemos en el sistema alemán. Es decir, especialmente, si existe compatibilidad entre el diputado elegido en un distrito uninominal y ser alcalde o ser concejal. Esa compatibilidad nosotros la rechazamos absolutamente; deben ser absolutamente incompatibles, porque luego en la práctica – una cosa son los libros de texto. Yo digo en economía en general, que la Asignación óptima de los recursos existe solo en los libros de texto; la realidad es diferente, puedes estar creando diputados de primera y de segunda, especialmente si ese diputado, en un distrito y otro tema es el “gerrymanderring”, el diseño de los distritos, que ustedes saben que en Estados Unidos es una batalla campal. Evidentemente, no tiene la compensación en Estados Unidos del sistema de la lista, etcétera. En ese caso, puede haber una tendencia a crear diputados de primera segunda y el diputado local, elegido en el distrito uninominal puede ser... Yo no digo que se establezca una relación deshonesta, pero puede ser un representante, un gestor de los intereses absolutamente localistas y eso también pasa en Estados Unidos y eso también pasa en el Reino Unido y seguramente pasa también en Alemania. Ese es un tema que nos parece un peligro importante. Ustedes han señalado el caso de Die Linke en Alemania. Seguro que conocen mejor que yo el sistema alemán, pero el Die Linke es un partido muy especializado, que viene de donde viene y que tienen sus clientelas donde las tiene, y evidentemente ha hecho muy bien en concentrar sus limitados recursos en aquellos sitios donde pueda obtener mayor éxito. Por ejemplo, otro partido, Los Verdes, ¿qué peso tienen en los distritos uninominales? Se lo pregunto porque no lo sé –luego me contestan DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30947 ustedes- pero ese tema me parece importante. Repito, nos parece que puede haber un peligro clarísimo de crear, no quiero utilizar la palabra caciquismo, porque evidentemente queda un poco antigua, pero la esencia del sistema puede permanecer con otro nombre, pero la esencia del sistema puede permanecer. Nosotros, nuestro partido, UPyD, repito no me gusta la expresión, pero como no nos gusta - y lo hemos manifestado repetidas veces- la Ley Electoral General porque no solo perjudica a partidos pequeños -que nos perjudica- sino que es injusta con los electores, porque el voto de algunas personas vale cinco, seis o siete veces más que en otros sitios, creemos que ese es un tema absolutamente importante de preservar: la proporcionalidad; y no estamos planteando proporcionalidad absoluta estilo Israel, donde al final es un país, iba de decir ingobernable, es gobernable por circunstancias muy especiales de ese país, o como parece ser Italia. Pero sí creemos que es posible, y deseable y necesario, compatibilizar una proporcionalidad mayor que la que existe en el caso de la Ley Electoral y que existe en la Comunidad de Madrid, que nos parece un activo a preservar con la gobernabilidad. Y la gobernabilidad –y me parece que el anterior interviniente lo ha dicho- no debe identificarse con mayorías absolutas, ese es un error; es decir, puede haber una gobernabilidad perfectamente sin necesidad de mayorías absolutas. Lo que pasa es que me parece que en nuestro país estamos mal acostumbrados a eso todavía; es una cuestión de educación y de que empiecen a pasar determinadas cosas. En síntesis, ese mantener la proporcionalidad en la Comunidad de Madrid nos parece un activo que es importante y que hay que mantenerlo. También hemos planteado en la Comunidad de Madrid que el nivel mínimo del 5 por ciento se rebaje al 3 por ciento. ¿Por qué? Porque creemos que en los últimos años hay opciones políticas diferentes y que todo lo que sea dar mayor oportunidad al elector respetando el mantra de la gobernabilidad -que lo respetamos-, es absolutamente bueno. Creemos que es totalmente contrario a la democracia y a la participación que en una región –la tengo que nombrar, pido perdón al resto de excompañeros- como Andalucía, 200.000 votos vayan a la papelera. Es que eso también desincentiva la participación, es que negar eso es absurdo. Creo que ese tipo de cosas, aunque no es el objeto de esta Comisión, evidentemente lo planteo porque nos parece importante recordarlo. La Sra. PRESIDENTA: Señor Velasco... El Sr. VELASCO RAMI: Termino, muchas gracias. En definitiva, esas son las consideraciones que quería hacerles. Les agradezco su intervención, realmente ha sido valiosa para nuestro Grupo y me parece encomiable que ustedes no protesten solamente desde el sillón de su casa viendo la televisión sino que hayan decidido dar un paso adelante. Ojalá hubiese muchísima más gente que se convenciese de que ser ciudadano y participar exige trabajo, porque la gente habla de participación, pero en la participación se tiene que trabajar; pero eso ya no. Entonces, repito, les felicito, porque su intervención nos ha parecido muy interesante. Muchas gracias. La Sra. PRESIDENTA: Gracias, señor Velasco. En representación del Grupo Parlamentario Izquierda Unida-Los Verdes tiene la palabra la señora Vaquero.DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30948 La Sra. VAQUERO GÓMEZ: Muchas gracias, señora Presidenta. También desde el Grupo Parlamentario Izquierda Unida queremos dar la bienvenida a los hermanos Octavi y Guillem, ambos Grau, secretario general y portavoz respectivamente de Acción por la Democracia. Yo también quiero resaltar su juventud y que hayan tenido esa capacidad de trabajar durante esos seis años. Me les imagino yo casi saliendo del instituto y empezando a trabajar en esto -porque a poco más les ha debido dar tiempo-: por esa ley catalana electoral que no existe. Tampoco es de extrañar que en estos momentos haya coincido con el 15-M sobre el que han manifestado que ha sido uno de sus principales apoyos desde mi fuerza política, que a todos les consta que estamos muy cercanos a todos los movimientos sociales y, ¡cómo no!, también al 15-M, pues ya nos hemos dado cuenta de que en el 15-M hay de todo, como se puede comprobar. Nosotros ya lo sabíamos, pero que lo reconozca el Grupo Popular también está muy bien. Ustedes se han referido a ese manifiesto, firmado por cincuenta personalidades, entre las que dicen que no hay ningún político en activo, excepto la persona que han nombrado, Heribert Barrera, quien hay que recordar que fue diputado en Madrid, en Barcelona, en Bruselas; fue presidente en el Parlamento Catalán, presidente de Esquerra Republicana; es decir que en esa lista, entre esas firmas, hay de todo, y ustedes mismos –supongo que también lo habrán afirmado-, aunque no quieran reconocerlo, son políticos porque están haciendo política, y el que hace política es político. Otra cosa es que tengan representación institucional o no, pero aquí, en política, podemos y debemos, además, implicarnos todos y por eso no me gusta escuchar eso de que si no son políticos o son políticos. No es peyorativo; yo soy política y creo que es un honor dedicarse a esto. En ese manifiesto ustedes dicen algo tan común como que todos somos demócratas y queremos que la representación de la ciudadanía sea lo más exacta posible. Pues yo también podría haber firmado eso porque creo que cualquier diputado o diputada de las que estamos aquí seguro que lo firmamos; es decir, dicen cosas bastante sensatas y de denominador común; nada extraños. Una vez constatado el aprecio que tienen ustedes a los partidos políticos, hombre, he de decirles que yo, diputada del Grupo Parlamentario Izquierda Unida-Los Verdes, represento, representamos, al conjunto del pueblo de Madrid, al conjunto de madrileños y madrileñas que viven en esta Comunidad, y básicamente nuestra función es trasladar o intentar contribuir a trasladar a esta Cámara la ideología ofrecida por la formación política por la que hemos sido elegidos y desarrollar, en la medida de nuestras posibilidades, las medidas contempladas a su vez en el programa con el que nos hemos presentado a las elecciones. Ese es nuestro compromiso y, desde luego, no creo que suponga un lastre para las ciudadanas y ciudadanos que nos han votado intentar cumplir con ese compromiso; un compromiso político y social. Por lo tanto, yo sí defiendo que se necesita a los partidos políticos y que cualquier sociedad democrática tiene que estar articulada, vertebrada. Coincido con ustedes –iba a decir vosotros- en la necesidad de profundizar en esa democracia, en la democracia interna de los partidos, por supuesto, en la democracia de las instituciones y, sobre todo, también en la participación ciudadana en la política para que puedan participar directamente de aquellos asuntos que les interesan. Los canales de participación en un DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30949 sistema democrático son absolutamente necesarios y me extraña que no hayáis hecho ninguna crítica en este sentido a ese desmantelamiento que se está haciendo de esos canales democráticos, porque yo creo que es el momento de defenderlo; vosotros, que habéis estado en el 15-M, estaréis impregnados de esa sensación. Los ciudadanos y ciudadanas tienen necesidad de esos cauces y desde los poderes políticos se está intentando precisamente poner barreras y, si bien desde los primeros años de nuestra todavía joven democracia se intentó poner en marcha el funcionamiento de esas estructuras y de esos canales, observamos con muchísima preocupación lo que está pasando en los últimos años. Me gustaría que profundizarais en ello, por vuestra edad y vuestra procedencia, en este sentido. Mirad, habéis dicho que el diputado uninominal, como demuestra la experiencia, no actúa por intereses económicos, que la realidad es que su actuación no se diferencia de los elegidos por lista. Vamos a ver, en cuanto a la actuación de los políticos, no sé si se puede hacer esta diferenciación tal como vosotros la estáis haciendo, porque aquí se ven cosas que son sintomáticas. Voy a poner dos ejemplos –perdonad que utilice la Asamblea de Madrid, pero es donde estoy y es lo que conozco-: en una localidad de esta Comunidad hay un alcalde, concretamente en Leganés -ya lo he dicho en otra ocasión y tampoco pasa nada-, que a su vez es diputado en esta Asamblea; en su municipio se cierran escuelas y se aprobó una moción por unanimidad, ¡por unanimidad!, en contra del cierre de esas escuelas. Claro, la coherencia política nos llevaría a pensar que este alcalde, diputado en esta Asamblea, cuando se presentara la ocasión de poder votar en contra del cierre de esas escuelas votaría en contra del cierre de esas escuelas; pues no es así: aquí lo que defiende es el interés del partido; gobierna el Partido Popular y, por lo tanto, se alinea con el Partido Popular. Asimismo, veremos qué pasa dentro de unos días con otro alcalde del Partido Popular, en este caso en Getafe, porque se plantea una moción contra la solicitud de la Fiscalía de 68 años de cárcel por hacer una huelga a unos trabajadores de una empresa de esa localidad. Ahí sale también por unanimidad que la Asamblea de Madrid se manifieste en contra de eso. Bueno, pues lo vamos a traer aquí, porque también es diputado de la Asamblea de Madrid, y veremos cuál es la respuesta del Partido Popular en la Asamblea de Madrid. Es decir, aquí hay muchas situaciones en las que yo no sé si se responde a un modelo o a otro pero, en cualquier caso, es una incoherencia manifiesta cuando se representa un territorio en un sitio y cuando se representa a un partido en otro. Dice que diseñar estos distritos uninominales, con referencia al llamado “gerrymandering” que han mencionado, se suele creer que se hace para ganar, pero que no es cierto; bueno, las creencias son creencias. Ustedes han manifestado que eso no es cierto y nosotros creemos que, en el caso de la Comunidad de Madrid, tal y como se plantea por el Partido Popular, es evidente, porque esto no se ha planteado hace algunos años cuando las cosas iban bien y crecían elecciones tras elecciones sino que se plantea en un momento concreto, cuando hay una pérdida de votos manifiesta que puede poner en peligro la mayoría política de la que ha gozado estos años de atrás. Por tanto, con ese modelo electoral con el que veníamos funcionado, y funcionando bien en esta Comunidad hasta ahora, parece que lo tiene difícil y, por lo tanto, alterando en la medida de sus posibilidades esa fórmula y estableciendo esos llamados distritos parece que se puede amañar algo teniendo en cuenta los votos de las distintas localidades; puede ser una creencia, pero es algo muy evidente.DIARIO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA DE MADRID / NÚM. 561 / 12 DE MARZO DE 2014 30950 Cuando ustedes dicen: no queremos ...