ensenyament obligatori del mandarín provoca grans protestes a Mongòlia Interior
China ordena a la policía que actúe ante las protestas étnicas

El rechazo de padres y alumnos a la reducción de horas lectivas en mogol crea fuertes tensiones en un país poco acostumbrado a los desafíos al sistema
El rechazo de padres y alumnos a la reducción de horas lectivas en mogol crea fuertes tensiones en un país poco acostumbrado a los desafíos al sistema
Aunque los chinos se manifiestan mucho más de lo que se cree en Occidente, lo cierto es que las protestas suelen estar provocadas por disputas laborales, económicas o medioambientales. Rara vez tienen un tinte político que suponga una afrenta para el sistema autoritario que rige el gigante asiático. Por eso merecen especial atención los altercados que se han registrado en la provincia de Mongolia Interior, donde algunos alumnos de etnia mongola y sus padres se oponen a la nueva política lingüística decretada por el Gobierno chino para el inicio del curso en esta región autónoma.
Según las nuevas directrices, tres asignaturas que antes se impartían en el idioma mongol pasarán a hacerlo en chino mandarín. Concretamente, la medida afecta de momento a Lengua y Literatura, a la que se sumarán en los próximos dos años Historia y Política y Derecho. Poco a poco, el mongol quedará relegado a una hora de docencia al día, algo que algunos ciudadanos de esa etnia –que supone solo el 17% de toda la población de la provincia– consideran insuficiente.
Según afirmó a Bloomberg el director del Centro de Información sobre los Derechos Humanos en la Mongolia Meridional, Enghebatu Togochog, la mayoría de padres y alumnos ha puesto en marcha un boicot a las clases y se han producido manifestaciones y enfrentamientos cuya envergadura va en aumento. «Nuestro tipo de vida ha sido eliminado ya. Solo nos queda el idioma, y por eso protestamos contra la nueva política», declaró este activista residente en Nueva York.
Diferentes vídeos grabados en la localidad de Tongliao recogen las manifestaciones de grupos de estudiantes en uniforme gritando consignas a favor de la docencia en mongol. Otro clip muestra a funcionarios del Gobierno pidiendo a los ciudadanos, casa por casa, que no participen en las protestas. Y también se ven algunas peleas con agentes de Policía, a quienes Pekín ha exigido que garanticen la estabilidad. De hecho, ya ha habido alguna detención.
«Proteger la ideología»
No son actos multitudinarios, pero sí resultan preocupantes para el régimen. Un académico de la Academia de Ciencias Sociales de China, Xi Wuyi, ha sostenido en Weibo, el Twitter chino, que el cambio en el sistema educativo de Mongolia Interior está en consonancia con las directrices del presidente Xi Jinping para «proteger la ideología» del Partido Comunista.
En un intento de calmar los ánimos, las autoridades educativas de la provincia han asegurado en un comunicado que el sistema bilingüe se mantendrá y que los cambios solo afectarán a las tres asignaturas mencionadas. Pero muchos temen que sea solo el principio de lo que consideran una estrategia de asimilación cultural como la que se ha vivido en Tíbet y Xinjiang, donde los idiomas nativos han quedado reducidos en las aulas a su mínima expresión. «Dicen que es para asegurarse de que nuestros hijos aprendan mandarín, pero no sé por qué no iban a hacerlo si todo está en ese idioma. Somos una minoría y, como tal, nos integramos con el resto a través de la lengua hegemónica, de la que es imposible escapar. Lo que quieren es borrar la nuestra», critica una madre que defiende el boicot.
Otros, sin embargo, consideran que la educación en chino mandarín –el estándar en un país con multitud de dialectos– ayuda a las minorías étnicas a integrarse en la sociedad y les otorga más oportunidades. El Gobierno siempre hace hincapié en que respeta las particularidades culturales de los diferentes grupos étnicos –curiosamente, en China se preserva el alfabeto mongol que en Mongolia se sustituyó por el cirílico–, pero también en la necesidad de que se formen en el idioma nacional para facilitar su movilidad, acceder a diferentes puestos de trabajo y reforzar la identidad nacional.

Enseñanza obligatoria del mandarín provoca grandes protestas en Mongolia Interior
Las protestas estallaron en toda la región de Mongolia Interior en China cuando miles de personas de la etnia Mongol se enojaron por la nueva política del régimen chino de exigir que las clases en las escuelas primarias y secundarias se impartieran en mandarín —el dialecto y el idioma oficial que habla la mayoría de la etnia Han— y que eventualmente eliminara poco a poco el mongol como el idioma de enseñanza.
En los últimos días han ocurrido escenas de este tipo: docenas de estudiantes con uniformes azules y blancos han atravesado las barricadas de la policía para boicotear la escuela, mientras sus padres les animaban desde el otro lado. Los profesores se declararon en huelga, ignorando las amenazas de perder su contrato. Los artistas se vistieron con trajes tradicionales y tocaron instrumentos tradicionales en las calles, cantando canciones en su lengua materna. Cientos de personas firmaron una petición pidiendo que se eliminara dicha política.
Mongolia Interior, donde viven millones de mongoles, es una de las seis regiones a las que el régimen chino ha destinado la estandarización de los programas escolares, con nuevas reglas que entrarán en vigor el 1 de septiembre.
Un anuncio del gobierno de Mongolia Interior del 28 de agosto declaró que los libros de texto “reflejarán la voluntad del Partido [Comunista Chino]” y se convertirán en un “medio clave para abordar la cuestión fundamental de quién y cómo educar a la gente”.
Durante décadas, el Partido Comunista en el poder en China ha adoptado políticas como la educación bilingüe para someter a las minorías étnicas, especialmente a los tibetanos y a los uigures, a un mayor control político.
Si bien los funcionarios dijeron que introducirán gradualmente la medida en tres años y que solo afectará a tres asignaturas escolares —literatura, política e historia—, los habitantes temen que el cambio permita a las autoridades borrar gradualmente su idioma y, junto con él, su identidad cultural única.
Bajnaa (alias) de la liga Xilingol vio esto en su propio hijo, que asistió a una escuela con dominio del mandarín en los primeros años. Ahora en la universidad, su hijo puede entender y hablar algo de mongol básico, pero tiene problemas con la lectura y la escritura.
“Sin la lengua materna, nuestra etnia no existirá”, dijo a The Epoch Times el propietario de un pequeño negocio, Bayrmaa (alias), de la ciudad de Hulunbuir, que habla con fluidez tanto el mandarín como el mongol. Estudiar el mongol en programas de estudio orientados al mandarín lo convertiría efectivamente en un segundo idioma, lo que impediría a los niños comprender su propia historia y cultura, dijo.
Los mongoles protestan ante el Ministerio de Asuntos Exteriores en Ulaanbaatar, la capital de Mongolia, contra el plan de China de introducir clases exclusivamente en mandarín en las escuelas de la vecina región china de Mongolia Interior el 31 de agosto de 2020. (Byambasuren Byamba-Ochir/AFP vía Getty Images)
Rompió en lágrimas mientras pensaba si la comunidad mongola podría sobrevivir a la continua erosión cultural. “¿Qué será de nuestros hijos?”
En toda la región, los padres se han llevado a sus hijos de la escuela, diciendo que no los llevarán de regreso hasta que el gobierno responda a sus peticiones. Algunos maestros mongoles han renunciado.
Los videos compartidos en internet mostraron a estudiantes mongoles gritando: “El mongol es nuestra lengua materna. ¡Somos mongoles hasta la muerte!” En otro, una joven declaró que prefiere “arrear mi ganado que ir a una escuela china”.
Cientos de personas fueron arrestadas o puestas bajo vigilancia domiciliaria por su activismo, según el Centro de Información sobre Derechos Humanos del Sur de Mongolia, con sede en Nueva York. Las publicaciones de las redes sociales en China que discutían la nueva política educativa o expresaban apoyo al idioma mongol también desaparecieron rápidamente después de su aparición. Algunos también sufrieron heridas durante los enfrentamientos con la policía local. Aún así, muchos parecían decididos a seguir luchando.
La Sra. Ulaantuyaa, una profesora del Zaruud Banner, pasó al menos 11 horas en una comisaría de policía. Después de ser liberada, se enfrentó a agentes vestidos de civil, que le dijeron que no estaba “promoviendo la energía positiva” sobre la educación bilingüe en sus publicaciones en las redes sociales.
“¿Qué es la energía positiva?” respondió la maestra. “Proteger nuestra lengua materna es [promover] la ‘energía positiva'”.
Anaraa (alias), de Horqin Left Middle Banner, se unió recientemente a unos 200 padres que se reunieron frente a la Escuela Primaria Shebotu No.1 para traer a su sobrino a casa, después de que la escuela se negara a permitir que los estudiantes se marcharan. Él y unos pocos más sostenían una pancarta que decía: “Somos mongoles. Queremos aprender mongol”. La policía había arrestado al menos a tres, pero luego los liberó, dijo a The Epoch Times.
“Si esta política se lleva a cabo, dentro de 10 años, nuestra etnia mongola existirá solamente de nombre”, dijo.
A menos que el gobierno pueda comunicar una política que tranquilice al público, es probable que las protestas esporádicas continúen y que los estudiantes no vuelvan a clases, dijo Bajnaa, señalando que las familias mongolas podrían optar por la educación en el hogar en su lugar.
“Los que tienen 40 o 50 años tienen suficiente educación para enseñar a sus hijos en casa. No debería ser un problema en uno o dos años”, dijo, añadiendo que los nuevos graduados universitarios también podrían convertirse en tutores privados.
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